martes, 21 de junio de 2011

Alerta genera postergación de cita entre líderes de Al Fatah y Hamas para formar gobierno de unidad


Incertidumbre en torno al futuro político del pueblo palestino generó la postergación de un encuentro programado para este martes entre los líderes de sus dos principales organizaciones, Al Fatah y Hamas, para anunciar la conformación de un nuevo gobierno de consenso nacional.


A casi dos meses desde la sorpresiva suscripción de un acuerdo para dejar de lado sus diferencias y trabajar juntos en la formación de un nuevo gobierno transitorio de consenso nacional para trabajar por la unidad del gobierno palestino y representarlo ante la comunidad internacional, los dirigentes de las organizaciones Al Fatah y Hamas sufrieron el primer traspié de su proceso integrador, al suspender una reunión entre sus máximas autoridades agendada para este martes.
La razón del aplazamiento sería la tentativa de Al Fatah por colocar como primer ministro de la nueva administración a Salam Fayyad, un reconocido economista educado en los Estados Unidos y ex funcionario del Banco Mundial, a quien Hamas rechaza por haber supuestamente apoyado el férreo bloqueo de la Franja de Gaza, impuesto por el estado de Israel desde el año 2007, cuando dicho territorio quedó bajo el control de la organización islamista.
Imputaciones que el dirigente de la Autoridad Nacional Palestina, Xavier Abu-Eid, declara desde Cisjordania no haber escuchado de los personeros de Hamas, pese a que han sido reproducidos en medios de todo el mundo. En conversación con Radio Universidad de Chile, Abu-Eid resta dramatismo a la postergación del encuentro entre ambos líderes políticos palestinos, afirmando que éste sólo se justificaría en el caso de existir consenso suficiente como para sellar un acuerdo entre ambas partes, condición que hasta el momento no se ha dado.
Por tal motivo, considera conveniente que se produzca un retraso para la reunión, con el fin de que los equipos negociadores de ambos grupos puedan retomar las conversaciones hasta alcanzar un acuerdo satisfactorio para las dos partes, aunque en el entendido de que ningún nombre debería ser impuesto. El dirigente palestino, aclara también que el carácter de “consenso nacional” del nuevo gobierno implica que ninguno de sus personeros ha de tener afiliación política. En tal sentido destaca las cualidades del cuestionado primer ministro Salam Fayyad, quien jugó un rol determinante en el exitoso proceso de construcción política e institucional de Palestina, que en la actualidad le ha valido elogios y ha servido como sustento para su demanda de ser internacionalmente reconocida como un estado, objetivo que la nueva administración buscará legitimar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en septiembre próximo.
Respecto a esta tentativa, que está en el meollo del acuerdo de consenso suscrito entre Fatah y Hamas en abril pasado, Xavier Abu-Eid se manifiesta optimista e incluso confía en que les irá mejor de lo esperado. Ello, a pesar de la tenaz campaña paralela que el primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, ha efectuado en algunos países de Europa Occidental para impedir el reconocimiento estatal palestino, bajo el argumento de que pondrá en riesgo las conversaciones de paz entre ambos gobiernos, que de todas maneras se mantienen interrumpidas hace ya casi un año. Tanto Italia como el Reino Unido reaccionaron favorablemente a los planteamientos del premier israelí.
Pero Abu-Eid sostiene que el esfuerzo diplomático palestino cuenta ya con un respaldo importante de numerosos países miembros de la ONU y duda del apoyo a Israel, afirmando que la política militarista y agresiva desplegada por el gobierno de Netanyahu acabará finalmente por aislar internacionalmente a su país, considerando los malos antecedentes que ostenta en materias sensibles como violaciones a los derechos humanos del pueblo palestino.
Y agrega que la elevación de la solicitud de reconocimiento a la Asamblea General de la ONU será además un acto de gran simbolismo, pues Palestina podría ser reconocida por el mismo organismo que hace más de medio siglo resolvió su partición y otorgó legitimidad sobre el mismo territorio al estado de Israel.
El dirigente árabe reconoce, eso sí, que la campaña palestina verá ciertas dificultades ante la ONU, por lo que han moderado sus expectativas a lo que la realidad política actual les puede garantizar. En tal sentido, afirma que un reconocimiento de estado pleno, que debe ser aprobado por al menos nueve votos de los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, puede desde ya descartarse por un previsible veto de parte de los Estados Unidos, aliado estratégico de Israel.
De tal manera que han optado más por el camino de la Asamblea General, donde requieren del respaldo del cincuenta por ciento más uno de los países miembros, esto es 97 votos, para acceder a la cualidad de “estado observador” dentro de la ONU, cualidad que ostentan otras unidades políticas como la Santa Sede o durante algún tiempo Suiza.
Puede ser un gesto simbólico que no entusiasme lo suficiente, admite Xavier Abu-Eid, pero de todos modos sería la primera vez en muchos años que Palestina retorne como estado a las Naciones Unidas, lo que será determinante en su futuro estatus político, pues pasará de ser un territorio ocupado a ser un estado bajo ocupación, concluye el dirigente de la Autoridad Nacional Palestina.

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